El 11 de febrero manutivos dos encuentros de suma importancia dada la preocupación manifestada en diversos comunicados y declaraciones ante los cambios realizados por el Poder Ejecutivo sobre el Etiquetado Frontal de Alimentos.
El 1 de febrero pasado entró en vigencia la obligatoriedad del etiquetado, manteniendo los octógonos frontales con la indicación de “EXCESO EN”, pero los límites de azúcares, sodio, grasas totales y grasas saturadas fueron modificados por un decreto del Ministerio de Industria, incrementando sus valores entre un 25 y 50% flexibilizando así los establecidos en el Decreto anterior (246/020 setiembre 2020).
Si bien desde las organizaciones se entiende que la entrada en vigencia del etiquetado con octógonos es un avance en la materia, preocupa la flexibilización de los valores mencionada y más aún cuando esta se realiza por parte del Ministerio de Industria, Energía y Minería modificando el Reglamento Bromatológico Nacional.

Estos planteos así como la preocupación por la fiscalización del cumplimiento de la medida fueron realizados hoy al Presidente del Congreso de Intendentes, Prof. Carmelo Vidalín y al Ministro de Salud Pública, Dr. Daniel Salinas, por parte del Sindicato Médico del Uruguay junto a la Alianza ENT Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Cardiología (en representación de las Sociedades Científicas).
El tema de la fiscalización fue uno de los puntos clave pensando en el futuro. Desde el Congreso de Intendentes se mostraron abiertos a implementar un espacio de participación para colaborar desde la sociedad civil con insumos científicos para lograr una uniformidad en los controles de los Departamentos de Bromatología de cada una de las Intendencias de los diferentes departamentos.

Por su parte, el Ministro Salinas también fue receptivo a las propuestas de conformar ámbitos de trabajo que incorporen a representantes de la sociedad civil que puedan realizar aportes, particularmente en el área de monitorización y fiscalización. Es imperioso fortalecer los cuerpos inspectivos del MSP, definir las políticas de fiscalización, coordinar con las Intendencias, y medir el impacto de la aplicación del Decreto en el tiempo, principalmente con el objetivo de proteger a nuestros niños y niñas, dado que gran parte de los productos dirigidos a este sector de la población son los que estarán exentos de indicar los EXCESOS principalmente en azúcares y grasas, a pesar de tenerlos. En este sentido, el Ministro mostró disposición para estudiar más a fondo el tema y que el mojón del 1 de febrero sea un punto de partida que con el tiempo evolucione, y que con base en evidencia científica libre de conflictos de interés, se pueda mejorar la normativa vigente, tomando como referencia las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud.
